Mantener una buena higiene bucal no es solo cuestión de cepillarse los dientes. Limpiar los espacios entre los dientes y alrededor de las encías es clave para prevenir caries, mal aliento y enfermedades periodontales. Y ahí surge la gran pregunta: ¿qué es mejor, el hilo dental o el irrigador bucal?
Aunque el hilo dental ha sido la herramienta tradicional durante décadas, en el último tiempo el irrigador bucal ganó protagonismo como una alternativa más moderna, cómoda y, según algunos estudios, incluso más efectiva.
¿Por qué es tan importante limpiar entre los dientes?
Cuando comemos, pequeñas partículas de comida y bacterias se acumulan entre los dientes y a lo largo de la línea de las encías. El cepillo, por más completo que sea, no siempre logra eliminar estos restos. Si no se limpian adecuadamente, pueden formar placa bacteriana, que con el tiempo se endurece en sarro y provoca inflamación, sangrado y hasta la caída de los dientes.
Encía afectada vs encía sana.
El clásico: el hilo dental
El hilo dental es una tira delgada de filamento que se desliza entre los dientes para remover restos de comida y placa. Bien utilizado, es una herramienta efectiva para mantener la higiene interdental.
Ventajas del hilo dental:
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Económico y fácil de conseguir.
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No requiere baterías ni carga.
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Es discreto y portátil.
Desventajas:
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Requiere buena técnica para ser efectivo.
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Puede ser difícil de usar en zonas traseras o con dientes muy juntos.
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A muchas personas les resulta incómodo o directamente lo abandonan con el tiempo.
La alternativa moderna: el irrigador bucal
El irrigador bucal utiliza un chorro de agua a presión para limpiar entre los dientes y debajo de la línea de las encías. Es especialmente útil para personas con ortodoncia, encías sensibles, implantes, dificultad para usar hilo dental, o simplemente para quienes no disfrutan pasarse el hilo y buscan una solución más práctica y efectiva.
Ventajas del irrigador bucal:
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Más fácil de usar que el hilo dental.
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Ideal para zonas de difícil acceso.
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Menos agresivo para encías sensibles.
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Puede usarse con enjuague bucal para potenciar la limpieza.
Desventajas:
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Requiere una inversión inicial más alta que el hilo dental (El costo a largo plazo puede ser incluso menor que comprar hilo dental regularmente)
- Ocupa más espacio
¿Qué dice la ciencia?
Un estudio reciente publicado por el National Institutes of Health PMCID: PMC10906797 comparó directamente el uso del hilo dental tradicional con el de un irrigador bucal durante un período de 12 semanas. Los resultados fueron contundentes:
“El irrigador bucal produjo una reducción significativamente mayor en el sangrado gingival que el hilo dental después de 12 semanas de uso.”
Esto sugiere que, al menos en lo que respecta a la salud de las encías, el irrigador puede ser igual o más efectivo que el hilo dental. Además, los participantes informaron mayor comodidad y constancia al usar el irrigador.
Entonces… ¿cuál deberías usar?
La mejor herramienta es la que realmente vas a usar todos los días. Si ya tenés el hábito de usar hilo dental correctamente, puede seguir siendo útil. Pero si te cuesta usarlo, tenés encías sensibles, brackets, puentes, implantes o simplemente querés algo más práctico, el irrigador bucal puede ser tu mejor aliado.
Lo importante es no dejar de limpiar entre los dientes. Elegí el método que más se adapte a vos, tu rutina y tus necesidades.
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